Aun resuen en nuestros recuerdos el aplauso que le dieron nuestros alumnos al Padre Cox, cuando terminó su prédica en la misa de despedidad el IV° medio, generación 2017. 

Entre sus palabras se mezclaron la historia de su vocación, de qué forma se sintió llamado a vivir una vida dedicada a Cristo en el Sacerdocio, y la forma en que llevaba esa vida como misionero en el país más violento del mundo: "República Centroafricana".

El padre Yovan, pasó por nuestro colegio mientras estaba esperando poder volver a su lugar de misión, lo que se habia retrasado por la situación de guerra. Sus alumnos (él es Director de un liceo en dicho país), le pedían que volviese para abrir la escuela, que ellos estaban limpiando y dejarla lista para las clases. La limpieza, señalaba el padre Cox, no se hacía con escoba, si no con machetes, ya que era la selva la que se adueñaba de los patios y pasillos.

El padre Cox, estaba en grave peligro este último tiempo, viviendo refugiado en la catedral de Bangasau, ya que los grupos de guerrilla se han tomado la ciudad. Desde allí lograron rescatarlo el día de ayer, personeros de la ONU.

Pidamos en nuestras oraciones por ese país tan lejano y que la visita del Padre Yovan nos lo puso como hermano, y recordemos que el Padre Cox nos bendigo en esa lengua tan rara, pero que igual que nuestro idioma, terminaba con un AMEN.