Hay muchos elementos que los docentes deben atender al interior del aula vinculados al clima que generan las relaciones interpersonales.

Por eso es necesario abordarlo teniendo conciencia si se está frente a la existencia de un clima tóxico o un clima nutritivo. En el primero se exacerban las actitudes negativas; en el segundo, surgen comportamientos y maneras de abordar que ayudan a las buenas relaciones interpersonales, el desarrollo adecuado y el logro de objetivos.

El clima tóxico en una sala de clases hace invisible lo positivo. Entre quienes lo comparten hay cierta percepción general de injusticia, falta de reconocimiento o de descalificación. Predomina en este clima la crítica, la atención desmedida en los errores, y la sensación de parecer invisible ante los ojos de los demás.

Asimismo, en el clima tóxico se manifiesta una rigidez en la aplicación de las normas, falta de respeto por la dignidad de las personas, interferencias en el crecimiento personal, obstáculos en la creatividad y los conflictos se perpetúan o resuelven autoritariamente.

El clima nutritivo, en cambio, consigue que el aula sea un espacio de convivencia que ayuda a conseguir los aprendizajes. Las características que se dan en un clima así son:

La percepción de justicia, el reconocimiento abierto de los logros, la valoración positiva, la tolerancia frente a los errores, el predominio de una sensación personal de sentirse valioso, la existencia de un respeto constante por las normas y, cuando se trasgreden, hay consecuencias.

Igualmente, un clima social nutritivo promueve la dignidad de las personas, el acceso a la información relevante, el crecimiento personal y un ambiente que enfrenta proactivamente los naturales conflictos interpersonales.

En los establecimientos de nuestra Red Educacional Santo Tomás de Aquino, tenemos presentes los desafíos que plantea trabajar para conseguir aulas donde predominen el clima social nutritivo.

Trabajamos de modo que nuestro plan formativo se aplique, atentos a estas circunstancias para que nuestras alumnas y alumnos perciban como espacio seguro y de desarrollo personal el ambiente que cada día los recibe.  

Fuente: Comunicaciones Red Educacional Santo Tomás de Aquino.