Con mucha alegría me dirijo a cada uno de ustedes para saludarlos y desearles un feliz Día del Trabajador, este Primero de Mayo de 2015, día en que la Iglesia celebra la festividad de San José Obrero, padre adoptivo de Jesús y un trabajador por excelencia.

En primer lugar, les agradezco el compromiso con que asumen las tareas cotidianas en los colegios y en la administración central de nuestra querida Fundación Sociedad de Escuelas católicas Santo Tomás de Aquino, que recientemente ha celebrado 145º aniversario de su creación. Todo trabajo, desde el más sencillo al más complejo, es una bendición de Dios. Por ello nuestra actitud siempre debiera ser de agradecimiento al Creador por la fuente laboral que nos ha regalado. Más aún en una institución que tiene como misión servir a niños, niñas y jóvenes que más lo necesitan.

Para la Doctrina Social de la Iglesia, el trabajo es un derecho y un deber y llama a velar por la dignidad del trabajador. "Mediante el trabajo el hombre colabora con Dios Creador. En efecto, trabajando con empeño y competencia, la persona actualiza las capacidades inscritas en su naturaleza, exalta los dones del Creador y los talentos recibidos; procura su sustento y el de su familia y sirve a la comunidad humana. Por otra parte, con la gracia de Dios, el trabajo puede ser un medio de santificación y de colaboración con Cristo para la salvación de los demás", señala el Catecismo Universal, al referirse al trabajo.

Tomando en consideración lo que nos dice el Catecismo de la Iglesia, los invito humildemente a valorar nuestro trabajo, -y a esta hermosa misión que Dios hoy nos da-, que nos permite ser agentes transformadores y forjadores del futuro de nuestra sociedad.

Lo decía recientemente con motivo del aniversario de la SECST, sintámonos orgullosos de participar de esta gran obra que es la Fundación Sociedad de Escuelas Católicas Santo Tomás de Aquino. Animados por nuestra Iglesia y por los desafíos que tenemos en el presente y futuro de la educación de más de diez mil quinientos niños, niñas y jóvenes, demos lo mejor de cada uno en nuestros respectivos trabajos.
Para todos y todas, un muy Feliz Día del Trabajador, junto a sus familias. ¡Qué Dios nos cuide y proteja!

Con afecto,

Sandra Urrutia Bravo
Directora Ejecutiva de la SECST

Santiago, Mayo 2015 

Fuente: Comunicaciones SECST