Después de 750 años, un reciente estudio sobre el cráneo de Santo Tomás de Aquino ha develado una imagen 3D reconstituida de nuestro patrono, y de cómo se vería su rostro en la actualidad.
La reconstrucción, a cargo del diseñador 3D brasileño Cicero Moraes, ofrece una representación visual del santo cuya influencia perdura en la teología y filosofía contemporáneas.
Este proceso de modelado facial se realizó a partir de datos fotográficos y tomografías computarizadas, un proceso complejo que buscó llenar las lagunas del cráneo con precisión científica. Moraes, conocido por haber recreado la apariencia de otros santos, expresó su satisfacción al ver cómo esta imagen podría resonar con aquellos que admiran las enseñanzas de Aquino.
La reacción a esta imagen ha sido abrumadora, especialmente en las redes sociales y en la Casa de Estudios Dominicos en Washington D.C., donde se exhibió la reliquia del cráneo. El P. Dominic Legge, director del Instituto Tomista, compartió su profunda emoción al contemplar el rostro reconstruido, lo que le permitió percibir a Santo Tomás no solo como un ícono histórico, sino como un amigo espiritual con quien puede tener una relación viva.
El rostro de Santo Tomás de Aquino, descrito como noble y apuesto, contrasta con la imagen tradicional de un fraile corpulento. Esta percepción renovada puede ayudar a muchos a conectarse más profundamente con su legado, entendiendo que la grandeza de su pensamiento se refleja también en la belleza de su ser.
El impacto de Santo Tomás en la civilización occidental es innegable, y la revelación de su rostro es un recordatorio palpable de la vigencia de sus ideas en el mundo actual. Este estudio no solo brinda una nueva visión de su figura, sino que también invita a una reflexión sobre cómo su sabiduría puede seguir iluminando nuestras vidas y pensamientos en la búsqueda de la verdad.